Diseño Gráfico para la película "Non era previsto"

El largometraje italiano “Non era previsto” del director Maurizio Loi seleccionado en el BCT Festival Benevento Cinema e Televisione se proyecta hoy 12 de julio en streaming dentro de la categoría “Greatest Indipendent” junto con las otras 20 obras seleccionadas.

A las 18:30 en el canal Youtube del festival.

https://www.youtube.com/watch?v=AyJ6E70ix3Y

En la película participé como diseñadora y fotógrafa creando el póster, los créditos de apertura-cierre y algunas adaptaciones para redes sociales. Hice la documentación fotográfica del rodaje e incluso una pequeña parte delante de la cámara donde tuve que hacer de maestra de ceremonias, abriendo paso a un invitado que es el protagonista de la película. Rodado en Cerdeña y enteramente independiente, el largometraje contó con un pequeño apoyo de la Cineteca Sarda.

Os dejo algunos de los diseños en los que trabajé para representar la promoción de la película. Al estar rodada en VHS procuré darle un toque manual al poster, también para que diera la esencia de una película delicada, los colores son ligeramente desaturados. Una tipografía clásica romana que recuerda un poco a las tipos de los periódicos. Siempre intentando seguir la línea de lo analógico, del papel y de lo manual. Al tratarse de una película independiente de autor estas elecciones fueron claves para transmitir consistencia entre el póster y la pieza audiovisual.

Créditos de apertura

Primera parte créditos de cierre

Villa Ada. Roma

Salir a dar un paseo con la cámara sin más motivo que el de disfrutar haciendo fotografías es un ejercicio de libertad del que no quisiera prescindir. Me viene muy bien para conocer el estilo de fotografía que no fuerzo, al que siempre vuelvo, el que más disfruto. Como ese lugar al que vas cuando no sabes a donde ir o ese disco comodín que ante tanto acceso musical no falla.

Me lo han hecho notar dos personas muy allegadas, que no se me da mal el paisaje ;) Habrá que creerles y por la cantidad de archivos que guardo podría decir que sí, quizás lo que no me cansa es pasear sola y tener un rato para mí.

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Hoy traigo unos apuntes de Roma. Qué se puede añadir que no se haya explotado ya. Que si todos los caminos llevan a Roma dicen. Roma que es Amor al revés. Roma la ciudad eterna. ¡Ah! “Roma Caput Mundi” Cuando pienso en ella me vienen a la mente el Coliseo, las calzadas, el naranja teja, algunos caballos, il mercatino della domenica, la pizza, el helado, sí, todo eso. Pero también el tráfico, el caos, las prisas, las compras, la belleza de lo superficial, la masa de turistas y con ellos la picaresca.

Los meses que viví allí huí de todo eso y traté de hacer vida normal. Quise ir a la piscina pero los carnets de socios eran anuales y no disponían de bonos para entradas puntuales. Ante la imposibilidad de nadar en una piscina municipal, me escapaba a Villa Ada, un parque que había detrás de casa. Un verdadero pulmón de oxígeno que nos servía a mí y a mi compañera de piso para limpiarnos de la contaminación. No era consciente de cuánto cargado estaba el ambiente hasta que entré allí por primera vez. Noté rapidamente un aire más fresco, ligero, noté la humedad y el olor de las plantas. ¡Caramba! ¿había estado tanto tiempo respirando esa toxicidad ahí afuera? Paseábamos o corríamos un rato, depende del día. El parque es tan amplio que por determinadas zonas es un auténtico bosque con pocos cuidados. Al salir, la palmada de realidad me golpeaba de nuevo en la nariz y en el paladar así que era una visita cotidiana obligada. Vivía cerca de la parada de metro San Agnese/Annibaliano, a apenas un kilómetro del parque así que en unos minutos estábamos allí.

Aunque este no es un post de turismo al uso, si se planea visitar Roma, recomiendo este lugar para relajar y expandir la vista de los infinitos detalles artísticos que ofrece la ciudad.

¡Un saludo y gracias por pasar!

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Gladys González Afán. Roma 2013. Todos los derechos reservados.

Gladys González Afán. Roma 2013. Todos los derechos reservados.

Historia detrás de una fotografía. Men at Lunch, New York

¡Buenas! aquí estamos de nuevo. A través de mi cuenta de instagram algunos contestasteis a mi pregunta sobre qué preferiríais para estrenar esta sección blog. Así que aquí estoy con la opción más votada. La otra opción era "un lugar no turístico de Roma" que también subiré en el próximo post. Muchas gracias por participar en el juego.

He decidido publicar directamente aquí y dejar Blogspot, aunque quedará en abierto con todas las antiguas entradas. El formato se estaba quedando obsoleto para según qué tipo de presentaciones y ya que me hice con un dominio qué mejor que usarlo. 

A partir de ahora subiré todo en esta página. Iré publicando algunas tomas que tengo de mis viajes, apuntes, recuerdos y detalles que voy encontrando.

Bien, pues después de esta intro organizativa, ¡empecemos!

Esta vez no trata de fotografías que haya hecho, si no de una anécdota que me ocurrió viajando y que me ha obligado a tirar del hilo...

Durante los pocos meses que viví en Dublín visité algunos pueblos cercanos. Un fin de semana que íbamos hacia el norte, nos paramos a tomar una pinta en el típico pub irlandés con la idea de comer también. Nada más entrar una fotografía presidiendo el espacio me llamó la atención. No era para menos. 

Una copia en papel de la conocida fotografía Men At Lunch en Nueva York , o también Lunch Atop a Skyscraper.

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Enseguida hubo algo que no cuadraba, pues no se trataba de una reproducción en papel, no era un póster vendido en algún mercadillo para turistas de paso, ni una copia para decorar el salón, propia de una cadena de muebles. No. Esto era algo más pues estaba impresa en papel fotográfico, el passepartout tenía claras muestras del paso del tiempo, corroído por la luz, algunas manchas ocres habían aparecido en la superficie. Obviando que se pueden recrear fotografías con las impresoras de gran calidad actuales, pero en este caso, el marco y todo el cuadro tenían décadas encima.

Seguí observándolo durante un buen rato, dudando muchísimo de si esa copia provenía del negativo original, pues lo parecía. Entiéndase el contexto, aunque el lugar no era recóndito ni mucho menos, la sugestión de llegar a aquel pub por primera vez, en una parada de descanso viajando en coche, daba la sensación de estar muy lejos de todo. Mirando la fotografía era una ensoñación pensar que había descubierto algo, y en efecto para mí fue un descubrimiento pero de ahí a que fuera relevante para la comunidad fotográfica...

Bajé a tierra y seguí buscando detalles. La calidad era tal que se apreciaban incluso los puntos originales de plata. Si no partía del negativo original, la copia y el acabado estaban más que logrados.

Encuentro que en el pie de foto había escritos a mano los nombres de quienes aparecían y su lugar de procedencia. Todos eran lugares de Irlanda; Dundalk, Cork, Galway…En clara alusión a que Nueva York la habían construido migrantes irlandeses. Pupilas dilatadas. Aquello era imposible.

Nombres que aparecen: Pat Mc Caul, Shannon. John Mc Caul, Shannon. Zaddy Mc Cabe, Adare. Marzo 2016, Irlanda. Gladys G. Afán

Nombres que aparecen: Pat Mc Caul, Shannon. John Mc Caul, Shannon. Zaddy Mc Cabe, Adare. Marzo 2016, Irlanda. Gladys G. Afán

Me dí la vuelta buscando a alguien que me quisiera contar porqué esa fotografía estaba ahí y enseguida encontré con una mujer que por la comodidad que desprendía debía ser asidua al bar. Me miraba apoyada en la silla como quien está en su jardín viendo la gente del pueblo pasar.

Le pregunté qué sabía de esa fotografía y por qué parecía la original. Me dijo que si no lo era, corría por el bar la creencia de que estaba muy cerca del negativo original, pues el primer propietario del bar había viajado antes de abrir la actividad y que podría ser copia directa del negativo. Es imposible saber cuál fue la primera impresión en papel, pero tan solo el hecho de que hubiera podido ser ampliada desde el negativo, me pareció fantástico. En vez de devolverme a la realidad aquella mujer me regaló la posibilidad de que fuera cierto. Pero como fantástico también era algo inverosímil así que le hice un par de fotografías para tener grabados los nombres y algún día ponerme a buscar.

Nombres que aparecen escritos Zaddy Mc Cabe, Adare. James Hugs, Wexford. 3Hermanos Lennon, Dundalk. Jhonny Mc Donald, Cork. Marzo 2016, Irlanda. Gladys G. Afán

Nombres que aparecen escritos Zaddy Mc Cabe, Adare. James Hugs, Wexford. 3Hermanos Lennon, Dundalk. Jhonny Mc Donald, Cork. Marzo 2016, Irlanda. Gladys G. Afán

Bien, buscando un poco en internet hay infinidad de artículos sobre la primera fotografía viral de la historia. Y más destacable el documental del irlandés Seán Ó Cualáin despeja muchas dudas y versa nuevos interrogantes al tema. Dura alrededor de una hora con los comentarios en inglés, lo recomiendo muchísimo. Aquí os resumo algunos puntos importantes que se comentan en la pieza audiovisual.

Tal como se afirma en el documental, parte del enigma surge del anonimato de los once trabajadores. Presentados como héroes, casi tocando el cielo, construyendo una ciudad, cuna del sueño de tantos pero en un momento tan cotidiano como es la pausa para comer. Corría el año 1932 y ellos se encontraban en el piso 69 del edificio Rockefeller Center.

En los primeros años del redescubrimiento, se atribuyó erróneamente la imagen a la construcción del Empire State Building. Hay varios mitos acerca de la fotografía y uno de los más románticos es que los once trabajadores aunque colocados a gran altura, no pasaban tal peligro, pues justo debajo de ellos se encontraba el piso anterior ya terminado. Eso no quita que sí arriesgaran su vida durante una jornada habitual. Todo por un dólar y medio.

Otro mito es que no se trata de una imagen casual. Christine Rousell es archivadora en el edificio desde 2006. Ella, junto con otros historiadores captados por el director Ó Cualain, creen que se trata de una fotografía diseñada, puede que ni estén comiendo realmente, si no que es muy probable sea una escena creada para promocionar el edificio, una fotografía publicitaria. La verdad que pegándole una segunda vuelta no había caído en la perfección imperfecta de la imagen, tan equilibrada.

Eso no resta la capacidad de la toma para confluir la historia de Nueva York. Cuyos rascacielos y demás edificios fueron levantados según los historiadores por italianos, irlandeses y judíos. 

Es muy usada el día del trabajador como reivindicación de derechos. En aquella época muchos murieron en accidente laboral, sin las medidas de seguridad necesarias para un trabajo de riesgo. La complicidad que se respira entre ellos da idea del compañerismo necesario de las luchas sindicales.

Es 20 de septiembre de 1932, Nueva York está en plena depresión con una tasa de paro alta. Comienzan a despegar sus rascacielos característicos. Es la concentración de “progreso" vida moderna, migración, trabajo, confraternidad. Para muchos es la imagen que más refleja el sueño americano. Unos hombres de distintas procedencias, aparentemente felices de tomar una pausa en el trabajo, con toda la ciudad detrás. Una señal de heroicidad provocada por la altura, casi más cerca del cielo que de la tierra dan el toque de honor a la escena.

Desde muchos artículos anteriores al documental aseguran erróneamente que el autor es Charles Ebber, pero esto no se puede asegurar con certeza. Desde este corto del Time afirman que hasta tres fotógrafos documentaron las obras ese día. Charles, Tomas Kelley y William Leftwich crearon sendos retratos entre ellos donde se puede ver el riesgo de permanecer allí suspendidos mientras tratan de tomar fotografías. En una se ve la bolsa de placas de vidrio para la cámara de medio formato. Queda entonces su autoría compartida, sabiendo que alguno de ellos es el dueño de la toma, pero sin poder especificar quién.

Ken Johnston, director de fotografía histórica de Corbis custodia el negativo original, se puede ver en el documental. Es una rota placa de vidrio y para confirmación que se trata de una escena creada, existe otra toma donde los trabajadores miran a cámara saludando con el sombrero en la mano. Eran conscientes de la presencia del fotógrafo y parecen saludarle después de la primera toma, la publicitaria.

Por el momento solo dos de los trabajadores han sido reconocidos y al menos, con pruebas más fehacientes que el resto. Se trata del primero a la izquierda encendiéndose un cigarro: Matty O´Shaughnessy de Shanaglish, Irlanda. Y en el extremo opuesto Sonny Glynn, también nacido en Shanaglish y que es el único que mira a cámara.

Nada que ver con los nombres que me encontré escritos en el pie de foto pero sí provenientes de Irlanda. 

Lo más curioso de todo, es que el autor del documental encontró también la motivación para investigar en un local de Shanaglish donde había colgada una fotografía. Así que imagino que es probable (o no) que otros pubs, conscientes del éxito en Irlanda del documental, quisieran también tener una fotografía en su local para crear un poco de ambiente y reclamo. Sigo sin embargo, con la duda de por qué esta copia en especial colgada en Gilne´s Cottage Inn en Laytown, (bendito zoom) esté tan envejecida...quizás solo lo es el marco. Quizás si se trate de un original.

Podría ser que consiguieran hacer una fotografía bastante fiel en papel fotográfico, haciendo una foto a una copia original, o una foto al negativo. O podría ser que en el momento de hacer la copia aún no había adquirido tal importancia. Puede ser que la foto sea la real y solo las identificaciones son ficticias.

Continúan y continuarán apareciéndole parientes a la toma. Abuelos y tatarabuelos de los que estar orgulloso. Poder decir, “mi abuelo trabajó allí” siendo verdad, allí en Nueva York, en aquella época, a poder añadir, “este que está aquí es mi abuelo” Podría haber sido el abuelo de tantos a lo largo de los 87 años que ya cumple este icono de Nueva York. Es la magia de la fotografía, cuando se convierte en símbolo pasa a ser de todos.

Yo espero que siga dándonos alguna sorpresa, pues aún quedan otros 9 hombres por identificar, aunque no necesito saber de todos. Ojalá alguno quede para el anonimato, así las personas podrán seguir tratando como suyo un trozo de la historia, así como me he agenciado vilmente de una situación curiosa.

Si alguien quiere seguir abriendo melones😉 os comento que al buscar el primer nombre que aparece en la fotografía (la voy a llamar ya "la mía") sepa que al buscar Pat Mc Caul me aparece la página de una empresa de ingeniería irlandesa...simpáticos estos irish. Y que Shannan está a tan solo 40km de Shanaglish de dónde dicen que era el primer obrero, Matty O´Shaughnessy. Ahí lo dejo, seguiré saboreando la foto volviendo a ella de vez en cuando a ver qué cuenta de nuevo.

¡Gracias!

Referencias:

John Anderson, How a Galway Pub Led to Skyscraper. New York Times, 8 noviembre 2012.

Mistery in the Sky de Ben Cosgrove. Times, 18 de septiembre de 2013.

Vídeo del Time 5 minutos

Documental de O´Cualain 1 hora