Villa Ada. Roma

Salir a dar un paseo con la cámara sin más motivo que el de disfrutar haciendo fotografías es un ejercicio de libertad del que no quisiera prescindir. Me viene muy bien para conocer el estilo de fotografía que no fuerzo, al que siempre vuelvo, el que más disfruto. Como ese lugar al que vas cuando no sabes a donde ir o ese disco comodín que ante tanto acceso musical no falla.

Me lo han hecho notar dos personas muy allegadas, que no se me da mal el paisaje ;) Habrá que creerles y por la cantidad de archivos que guardo podría decir que sí, quizás lo que no me cansa es pasear sola y tener un rato para mí.

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Hoy traigo unos apuntes de Roma. Qué se puede añadir que no se haya explotado ya. Que si todos los caminos llevan a Roma dicen. Roma que es Amor al revés. Roma la ciudad eterna. ¡Ah! “Roma Caput Mundi” Cuando pienso en ella me vienen a la mente el Coliseo, las calzadas, el naranja teja, algunos caballos, il mercatino della domenica, la pizza, el helado, sí, todo eso. Pero también el tráfico, el caos, las prisas, las compras, la belleza de lo superficial, la masa de turistas y con ellos la picaresca.

Los meses que viví allí huí de todo eso y traté de hacer vida normal. Quise ir a la piscina pero los carnets de socios eran anuales y no disponían de bonos para entradas puntuales. Ante la imposibilidad de nadar en una piscina municipal, me escapaba a Villa Ada, un parque que había detrás de casa. Un verdadero pulmón de oxígeno que nos servía a mí y a mi compañera de piso para limpiarnos de la contaminación. No era consciente de cuánto cargado estaba el ambiente hasta que entré allí por primera vez. Noté rapidamente un aire más fresco, ligero, noté la humedad y el olor de las plantas. ¡Caramba! ¿había estado tanto tiempo respirando esa toxicidad ahí afuera? Paseábamos o corríamos un rato, depende del día. El parque es tan amplio que por determinadas zonas es un auténtico bosque con pocos cuidados. Al salir, la palmada de realidad me golpeaba de nuevo en la nariz y en el paladar así que era una visita cotidiana obligada. Vivía cerca de la parada de metro San Agnese/Annibaliano, a apenas un kilómetro del parque así que en unos minutos estábamos allí.

Aunque este no es un post de turismo al uso, si se planea visitar Roma, recomiendo este lugar para relajar y expandir la vista de los infinitos detalles artísticos que ofrece la ciudad.

¡Un saludo y gracias por pasar!

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Gladys González Afán. Roma 2013. Todos los derechos reservados.

Gladys González Afán. Roma 2013. Todos los derechos reservados.